El ataque de pánico obliga a la persona que lo experimenta a deambular por guardias y médicos sin que le encuentren nada en los estudios ni lo síntomas desaparezcan. El electrocardiograma da normal, los análisis de sangre igual y sin embargo la persona nos dirá: "Yo sentía que me iba a morir"; "Me faltaba el aire"; "Tenía palpitaciones"; "Me dolía el pecho"; "Sentía que me iba a desmayar".
¿Es el ataque de pánico un mal de esta época? La ansiedad y la angustia siempre han existido pero en cada momento histórico se manifiestan y se nombran de diversas formas. Como si adoptaran distintos ropajes. Posiblemente el estilo de vida actual incremente los trastornos de ansiedad en general, dentro de los que la psiquiatría moderna incluye a los ataques de pánico. Sea como sea, cuando llegan, están señalándonos que algo nos está sucediendo, algo que nos angustia mucho. Algo de lo que no siempre somos concientes o a lo que no le hemos estado dando la importancia que merece.
Muchas veces ponemos voluntad para seguir adelante y las angustias se siguen acumulando. Pero el cuerpo habla, se expresa a través de síntomas físicos que nos marcan un límite. El cuerpo dice "hasta aquí llegué" y por la "espectacularidad" de los episodios, en los que se siente morir, consigue por decirlo de un modo simple, que pidamos ayuda, que paremos y que prestemos finalmente atención.
El cuerpo dice de nuestro dolor con más frecuencia de la que creemos, la mente percibe lo que considera un "peligro" y pone en marcha una señal de alerta. Ahí es cuando surgen los síntomas fisiológicos que tanto asustan y comienza el círculo vicioso "el miedo al miedo".
¿Pero cuál es la situación que percibimos como "peligro" que nos inquieta y nos angustia tanto? ¿Por qué no alcanzamos a verlo a simple vista? Si después de todo estamos convencidos de que el episodio llegó de la nada. Y sobre todo y lo que más nos importa, ¿cómo nos sacamos de encima estas crisis que nos dejan al borde de la desesperación?
Todas, preguntas y cuestiones que deberemos abordar en un tratamiento psicológico. ¿Pero con qué objetivo? ¿Para dejar de padecerlos y recuperar la atención, calma y que todo continúe como estaba? Claramente no. Para mucho más que eso, para encontrar en ellos la posibilidad de conocernos más en profundidad con el fin de estar mucho mejor que antes de que comenzaran. Para convertir la crisis en oportunidad.
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6 de octubre del 2017
Es lo que pude entender en el tratamiento, qué me llevo a tener este problema, tantas angustias acumuladas. Gracias por ayudarme.
10 de septiembre del 2017
EXCELENTE NOTA. NO ESPERABA MENOS DE UNA PROFESIONAL TAN PREPARADA Y COMPROMETIDA COMO VOS.
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