Este tema hace referencia a aquella época que se caracterizó por la emergencia del amor cortés.  De ese movimiento poético, de  ese estilo de amor encontramos su abordaje dentro de la literatura psicoanalítica con Sigmund Freud, Jacques Lacan y  Olga M. de Santesteban… y es porque algo tuvieron para decir.

El amor cortés es considerado una filosofía del amor. Al ser un hecho histórico y como tal, fechable, contamos con la recopilación y recuperación de diversos datos.

¿Esta forma de amor se recrea en la vida de un sujeto? ¿Qué nos dice el psicoanálisis en la enseñanza de J. Lacan? “…intentaremos reconocer en los hechos actuales algo que sólo puede explicarse recurriendo a este origen”.

Quizás lo novedoso sea considerar los aportes de J. Lacan, abriendo un campo maravilloso, cuando nos habla del amor cortés.

Lo interesante de ello es reparar que este tramo  histórico, ocurrido durante fines del siglo XI hasta el siglo XIII, aproximadamente, y en zonas geográficas muy reducidas de Europa, dejó sus huellas en el hombre contemporáneo.

Esas trazas inconscientes, aún hoy siguen vigentes en la versión moderna de la idealización a la mujer, es precisamente lo recuperado por J. Lacan al ofrecernos una nueva lectura del amor.

Tanto S. Freud como J. Lacan se han ocupado de la sublimación y de la idealización. Avancemos un poco más,  y señalemos que la sublimación es uno de los destinos pulsionales, y como tal tiene relación con un objeto por la vía de la idealización. Ese objeto pulsional es contorneado por la pulsión. En este sentido la  sublimación es un modo de satisfacción.

Alrededor del siglo XII la sublimación fue el medio que encontramos en el amor cortés para alcanzar a la Dama. Esa expresión del amor en la Europa medieval apuntó a la idealización del objeto como un medio para alcanzar el goce.

J. Lacan al tomar en uno de sus desarrollos  la idealización al objeto y a la sublimación recuperará el alcance del texto freudiano Introducción del narcisismo escrito en 1914 y antesala de los trabajos sobre metapsicología “Por ejemplo – dirá S. Freud - , la sobreestimación sexual del objeto es una idealización de este. Y entonces, puesto que la sublimación describe algo que sucede con la pulsión, y la idealización algo que sucede con el objeto es preciso distinguirlas en el plano conceptual“.

Al exponer las relaciones del sentimiento de sí con el erotismo, una de las cuestiones planteadas por  S. Freud es la siguiente “El amar en sí, como ansia y privación, rebaja la autoestima, mientras que ser amado, hallar un objeto de amor, poseer el objeto amado, vuelven a elevarla". El enamoramiento consiste en un desborde de la libido yoica sobre el objeto elevando así el objeto sexual a ideal sexual.

Si la mujer es inasible como dice J. Lacan ¿cómo representarla?

“Ellas son como las Venus prehistórica, tienen todas el mismo carácter. Eso no quiere decir que esas mujeres ni existieran, ni que los poetas no les hicieran el amor en función de sus méritos. Hay otra cosa aún que los dejaba estupefactos, comprendido allí el acento puesto sobre la prueba, la crudeza, mil otras cosas de esta especie”

Este enaltecimiento hacia la mujer incluso su culto en tanto objeto idealizado da cuenta de la elaboración sublimada de la que es objeto. De ese culto al amor se pretendía la felicidad, la gracia, la compasión y más también.

Las reglas del amor son las vías en torno de la cual se erige el ideal del amor cortés y ese nuevo modo constituye una erótica. De esa relación del hombre a su Dama encontramos su valoración, aprobación, y veneración. La mujer era objeto de alabanza, haciendo del varón un objeto de reverencia y de entrega. Esta moral obtuvo su consenso e instituyó una erótica,  un estilo de vida apoyado en la poesía y en el canto de los trovadores, para bordear de una forma enaltecida a la mujer, ese objeto del deseo…insaciable…inalcanzable...

Ese modelo del amor hoy subsiste en los distintos juegos fantasmáticos  “sus repercusiones éticas aún son sensibles en las relaciones entre los sexos”. Esos fantasmas irán desde la sumisión al enaltecimiento para producir un encuentro posible con su partenaire.

En un tramo más avanzado de su enseñanza J. Lacan volverá a interrogarse por el amor cortés para señalar que es “…una manera muy refinada de suplir la ausencia de relación sexual fingiendo que somos nosotros los que la obstaculizamos”.

El escrito La función ética del erotismo-El camino hacia la sexuación. El Siglo XII: La poética  del amor cortés, la cristiandad: El cuerpo se viste con conciencia de pecado. La herejía cátara, de Olga M. de Santesteban, es efecto de examinar este tema con detenimiento, y allí entre otras cuestiones encontramos las siguientes reflexiones:

“Así, el siglo XII nos ofrece en la adoración cortés y puntillosa de la mujer idealizada un anudamiento esencial con el nacimiento del culto de la Virgen, un sentimiento religioso que llegó bruscamente en la historia para recrear en la devoción y el culto de la Virgen una de las principales pasiones del hombre”.

“El recorrido por el horizonte cultural del siglo XII, nos permite abordar los textos freudianos sobre la degradación de la vida erótica para situar los fantasmas que habitan en la heterogeneidad de las formas de goce en la sexualidad femenina y en la posición viril en el encuentro amoroso”.

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Bibliografía
· La ética del psicoanálisis,  Jacques Lacan. Editorial Paidós
· De un Otro al otro, Jacques Lacan. Seminario inédito
· Introducción al narcisismo, Sigmund Freud. Editorial Amorrortu 
· La función ética del erotismo – El camino hacia la sexuación. El siglo XII: La poética del amor cortés, la cristiandad: El cuerpo se viste con conciencia de pecado. La herejía cátara. Olga M. de Santesteban. Agenda 2010 Discurso Freudiano Escuela de Psicoanálisis