Muchas veces la gente se pregunta ¿Qué es la Bipolaridad? o llama bipolar a cuadros que no lo son, como por ejemplo la ciclotimia.

La bipolaridad es la alternancia a lo largo del tiempo de episodios maníacos o hipomaníacos y episodios depresivos.

Durante semanas o meses los afectados manifiestan tres o más de los siguientes síntomas, asociados a un estado de ánimo expansivo o eufórico e irritable.

Aumento de la energía y la actividad que regularmente desempeñan u otras, asociadas a una autoestima inusualmente elevada. Tienen la sensación de ser especiales y entender cosas que otros no pueden. Creen que son invencibles o que tienen poderes especiales.

Por otro lado, presentan aceleración en el habla y aumento de la necesidad de hablar. Incluso saltando de un tema a otro, a veces interrumpiendo o perdiendo el hilo de la conversación. Tienen ideas que vienen de manera rápida y desconectada a su mente, con aumento de las distracciones en el proceso del pensamiento. Se apuntan en muchas actividades extra.

Disminución de la necesidad de dormir e incluso insomnio, con un aumento de la percepción de todos los sentidos corporales.

No logran entender que su conducta es inusual o que puede causar problemas, por lo que continúan adelante con las mismas aún a pesar de la oposición del entorno.

Puede haber también, un aumento de conductas impulsivas y de riesgo, como un aumento del deseo sexual, asociado a prácticas sexuales riesgosas, pérdida de inhibición social, hacer o decir cosas inapropiadas o tener gastos excesivos que afectan la economía personal o familiar.

Ocasionalmente puede haber agresividad, enfado, irritabilidad que propenden a la acción de denuncias o demandas en forma reiterada, incluso por hechos poco significativos, que se encuentran distorsionados o magnificados en su mente.

También pueden presentarse olvido del cuidado personal y vestirse con ropa extravagante o muy colorida, al igual que el maquillaje.

La hipomanía es un estado similar a la manía pero menos intenso y más difícil de detectar. Como los síntomas aparecen atenuados, en algunas ocasiones no son evidentes y quien los padece puede incluso parecer entretenido, ameno y locuaz, antes que los síntomas se exacerben en otras áreas de su vida y se manifiesten con más claridad.

En la gran mayoría de los casos, la manía o la hipomanía, se transformarán en un cuadro depresivo, con el correr del tiempo. Esta última, incluso puede coexistir con el cuadro anterior como en la hipomanía mixta, que es más frecuente en mujeres.

La depresión es un trastorno emocional que cursa con sentimientos de tristeza constante y pérdida del interés sobre diferentes actividades.

Puede implicar sentimientos de tristeza, vacío o desesperanza, con llanto inmotivado. También enojo, irritabilidad o frustración.

Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades placenteras. Insomnio o dormir demasiado. Cansancio y falta de energía.

Falta o aumento de apetito con disminución o aumento de peso. Ansiedad, agitación o inquietud o por el contrario, lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales.

Sentimientos de inutilidad o culpa, ideas fijas con fracasos o autoreproches del pasado. Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.

Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio. Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza.

Es probable que acepte ser tratado en la fase depresiva pero muy difícil que concurra al tratamiento en las fases maníaca o hipomaníaca, porque no se da cuenta de lo que le sucede. Por esto, debe ser un familiar o amigo quien lo conduzca a la consulta. En algunos casos, esto puede ser muy difícil por lo que se debe recurrir a otras instancias civiles para lograr la adherencia al tratamiento.