Vamos a empezar a encarar el tema, el ataque de pánico, de una forma sencilla, acudiendo al diccionario de la Real Academia Española:

Ataque: Acción de atacar o acometer.

Pánico: Aplicase al miedo grande o temor  intenso//Referente al Dios Pan.

     Pánico, en su segunda definición nos remite a la mitología griega, al Dios Pan. ¿Quién es este Dios? Según la misma es un Dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada, dotado de una gran potencia sexual, que acechaba continuamente a las ninfas. La deidad Pan representa a toda la naturaleza salvaje. Habitaba en los bosques y en las selvas, correteando tras las ovejas y espantando a los hombres que penetraban en su terreno. Se le atribuía la generación del miedo a enloquecer, tenía el gusto de cazar en el monte Liceo y el monte Ménalo, apareciéndose de repente a los animales que había en ellos, sorprendiéndolos súbitamente sin que se sepa el motivo (de ahí viene “pánico”). Según cuenta Heródoto, la batalla de Maratón fue ganada por un repentino susto en las filas enemigas generadas por este Dios. Se dice, por último, que Pan era especialmente irascible si se lo molestaba durante sus siestas.

     Acción de atacar dice nuestro diccionario y cuando busco “atacar” (acometer, embestir) una de las varias definiciones me llamó la atención, la transcribo: “En música, producir un sonido por medio de un golpe seco y fuerte para que se destaque”. Hilando algunos cabos, según nuestro diccionario y referencias griegas tomadas, podríamos decir que el ataque de pánico es un ataque súbito, salvaje y de temor intenso. Winnicott, psicoanalista inglés, dirá: “como truenos en un día soleado”. No es algo nuevo como a veces se pretende presentar a esta afección, ya la mitología griega lo simbolizaba y Freud a finales del siglo XIX, le daría un marco teórico.

     ¿Cuáles son sus síntomas? Palpitaciones, ataque de angustia, arritmia, taquicardia, sudoración, temblores, vértigo, diarrea, escalofríos, sofocación, hiperestesias (sensibilidad excesiva a los estímulos), sensación de ahogo, etc. El cuerpo es tomado por estos síntomas y las ideas de muerte inminente o de volverse loco son las representaciones mentales que surgen en general.

      ¿Cómo lo diferenciamos de otras afecciones en donde participan también la angustia y/o el miedo? Si bien en el ataque de pánico hay angustia, ésta es diferente en otras situaciones, es decir, la angustia en si misma predispone a manifestar una respuesta frente al peligro aún desconocido, por ejemplo se puede escapar, defenderse o enfrentar a dicho peligro, en cambio en el ataque de pánico la angustia paraliza, es una respuesta del cuerpo, sin mediación psíquica posible que nos posibilite alguna estrategia. ¿Cuál podría ser una mediación psíquica? El mecanismo de la fobia, por ejemplo, ya que aquí  un miedo está ligado a una situación u objeto específico, es decir, se le tiene miedo a los lugares con mucha gente, a las arañas, a las víboras, a viajar en avión, los espacios cerrados y así como temas se nos ocurran. Una angustia que encontró un modo de ubicarse en el exterior. Es por eso que en un tratamiento, al trabajar las fobias trabajamos con los miedos internos que se proyectan en los objetos externos, que si bien más controlados y ubicada la angustia, también son fuentes de restricciones en la vida cotidiana. Volviendo al ataque de pánico, la angustia del mismo no prepara para una acción específica de huída o enfrentamiento y tampoco es un miedo puesto en algún objeto. Toma al cuerpo, lo zamarrea, digamos. Aún así no podemos dejar de ver que es una señal. Algo está indicando, pero qué.

     Consideramos el abordaje interdisciplinario, en algunas situaciones, como una forma de aliviar los síntomas del ataque de pánico. Es de utilidad la prescripción médica como las benzodiazepinas (clonozepán, alprazolán) que posibiliten la circulación de la palabra, ya que con éstas nosotros trabajamos, y son éstas las únicas que pueden decirnos algo sobre los cómo, los por qué, y la historia que surgirá de un ataque de pánico. Como hilanderos con la tela, todo un trabajo a tejer que de cuenta de la relación entre ese ataque y la persona que nos consulta. Había quedado una pregunta, algo está indicando, el ataque de pánico,  pero qué. Seguramente algo propio y único en cada quien.

    Decíamos que Pan era especialmente irascible si se lo molestaba durante su siesta, es más, se dice que se vengaba de quienes lo fastidiaban con un estridente grito que hacía poner los pelos de punta. Y bien, si se despierta con ánimo de espantar, bueno, preguntémosle qué lo enoja tanto. Si en música “atacar” entre otras definiciones significa “producir un sonido por medio de un golpe seco y fuerte para que se destaque”, prestémosle atención a ese sonido. Si algo se despierta y se destaca no dejemos de escucharlo.