El bullying es conocido en el ámbito escolar como el conjunto de actos de maltrato físico, psicológico y social por parte de una persona o personas hacia otro compañero de escuela. Los actos de bullying tienen en común una intencionalidad, la persistencia en el tiempo y el abuso de poder.
Es decir, no son actos aislados, sino que presentan una determinada frecuencia e intensidad. Pueden presentarse como apodos, amenazas, golpes, insultos, actos marginatorios, etc.

Según estadísticas, generalmente la mayoría de los victimarios en algún momento fueron también violentadas. Por lo cual repiten el patrón de conducta, es decir, realizan activamente lo que vivieron de forma pasiva.

Podemos diferenciar dos modalidades de acoso escolar o bullying:

– Acoso Directo: Es la forma más común entre los niños. Peleas y agresiones físicas.

– Acoso indirecto: Suele ser más común entre las niñas y en general a partir de la etapa pre-adolescente. Se caracteriza por pretender el aislamiento social. Este aislamiento se consigue mediante técnicas variadas que incluyen: difundir rumores, rechazar el contacto social con la víctima, amenazar a los amigos, hacer criticas de la persona aludiendo a sus rasgos físicos, grupo social, forma de vestir, religión, raza, discapacidad, entre otros.

DISTINTOS TIPOS DE ACOSO ESCOLAR O BULLYING

1) Bullying Físico

Incluye toda acción corporal. Es la forma más habitual de Bullying. En los últimos años, el Bullying físico se ha mezclado con una frecuencia alarmante, con diversas formas de abuso sexual. Se identifica porque suele dejar huellas corporales.

– En su modalidad directa: Golpes, empujones, patadas, formas de encierro, escupir
– En su modalidad indirecta: Daño a pertenencias, robar, romper, esconder cualquier clase de objeto

2) Bullying Verbal

Incluyen acciones no corporales con la finalidad de discriminar, realizar acciones de exclusión, bromas insultantes y repetidas. Los niños y jóvenes son mucho más sensibles que los adultos ante estas cuestiones. La opinión de los padres constituye una parte esencial entre los factores que ayudarán a formar la identidad y la personalidad. Es más utilizado por las mujeres mientras se van acercando más a la adolescencia.

– En su modalidad directa: Poner apodos, insultar, amenazar, burlarse, reírse, entre otros.
– En su modalidad indirecta: Generar rumores raciales o sexistas, malos comentarios, hablar mal.

3) Bullying Social
Pretende aislar al joven del resto del grupo, cuando se ignora, se aisla y se excluye al otro.

– En su modalidad directa: Excluir, no dejar participar a la víctima en actividades, sacarlos del grupo.
– En su modalidad indirecta: Ignorar, tratar como un objeto, como si no existiera o ver que no está ahí.

4) Bullying Psicológico
Son las más difíciles de detectar ya que son formas de agresión, amenaza o exclusión que se llevan a cabo a espaldas de cualquier persona que pueda advertir la situación, por lo que el agresor puede permanecer en el anonimato. Se usa frecuentemente para subrayar, reforzar o resaltar acciones llevadas a cabo con anterioridad y mantener latente la amenaza.
Incrementan la fuerza del maltrato, pues el agresor exhibe un poder mayor al mostrar que es capaz de amenazar aunque esté “presente” una figura de autoridad.

En el agredido aumenta el sentimiento de indefensión y vulnerabilidad, pues percibe este atrevimiento como una amenaza que tarde o temprano se materializará de manera más contundente. Pueden consistir en una mirada, una señal obscena, una cara desagradable, un gesto, entre otros.

5) Bullying Sexual
Es cuando se presenta un asedio, inducción o abuso sexual. Se da cuando el maltrato hace referencia a partes íntimas del cuerpo de la víctima.

Incluye el Bullying Homófobo que se da cuando el maltrato hace referencia a la orientación sexual de la víctima o las que se intentan justificar por motivos de homosexualidad, real o imaginaria.

SEÑALES DE ALERTA

Si  tu hijo llega triste, enojado o está muy callado, no es su actitud normal, acércate y pregúntale qué pasa. Lo mismo si interrumpe las actividades sociales, no quiere ir al colegio, se lo nota inapetente, no sale de la habitación u otra actitud que haga sospechar que quizás algo raro este ocurriendo.Si hay resistencia a contestarte, acude a un profesional o solicita ayuda en la institución escolar.

PASOS A SEGUIR SI SOSPECHAS QUE TU HIJO PADECE BULLYING

Lo más importante: HABLAR con tu hijo, que sepa que puede confiarte tanto lo bueno como lo malo.

2. Incluso más importante que hablar con tu hijo, es ESCUCHARLO, darle lugar a su relato, a sus sentimientos. Hacerle sentir que se lo aloja, que sele da lugar.

3. Si efectivamente comprobaste que lo están acosando,mantén la calma y no demuestres preocupación, el niño tiene que ver en tu rostro determinación y positivismo. Tu preocupación puede generar culpa en él.

4. Comprométete a ayudar a tu hijo, y muy importante, hazle saber que él no es el culpable de esta situación.

5. Debes ponerte en contacto con el maestro y la escuela de tu hijo para ponerlos al tanto de lo que está ocurriendo, para pedirles su cooperación y resolverlo.

6. Es fundamental solicitar asistencia psicológica para tu hijo, pero en la medida de lo posible, es bueno también pensar en solicitarla además para los padres, ya que en estas situaciones se juegan muchas cosas personales que pueden afectar al hijo si no se sabe diferenciar que es de él y que es de uno.

7. NUNCA tomes el rol de investigador privado. Meterte en la vida de tu hijo de una forma invasiva, sólo lo hará sentir incluso más indefenso y solo, ya que “hasta sus padres lo avasallan”.Confía en aquello que tu hijo te cuente, y luego en la capacidad de los profesionales para mediar la situación. Y si tu hijo no te contó, plantea tu inquietud con el maestro y la escuela de tu hijo, y con un psicólogo o asistente social para que te asesore.

8. No trates de resolver el problema diciéndole a tu hijo que se defienda y tome venganza, esto empeoraría más la situación.