Lo que se presenta en el cuerpo
como un tejido adiposo,
es decir una alteración somática,
es, en el alma,
un drama inconsciente
L.Chiozza
Quienes se encuentran hace años “luchando con su sobrepeso” sin encontrar alivio, en su sentir, es decir, que el vínculo con la comida deje de ser un lugar de sufrimiento, amerita que podamos interrogarnos y desplegar nuevas significaciones a lo “todo dicho” por los distintos discursos que nos rodean.
Discursos médicos, nutricionales, publicitarios, sociales, cargados de sentidos.
El consultante, en su padecer, busca respuestas y soluciones mágicas. ¡Que alguien diga lo que tiene que hacer!!! Que alguien ocupe ese lugar de “ordenar-le” su gran desorganización y conflicto que se le presenta en su relación con la comida.
Existen infinidades de dietas, desde las más saludables a las más perjudiciales para la salud; medicamentos que prometen cambiar nuestro metabolismo, quemar grasas rápidamente. Existen intervenciones quirúrgicas, que en los casos de Obesidad Mórbida, allí donde un cuerpo habla ¡a gritos de una urgencia a resolver! En pocos meses, ¡sacaran cantidad de kilos!; el cuerpo queda a merced del otro para restar algo que no se resta quirúrgicamente, sometiéndose a un proceso que no pocas veces, trae consecuencias desfavorables y malestar al paciente; al tiempo el sobrepeso vuelve a suceder.
Acaso, quien recurre a estas soluciones rápidas, ¿no vuelve a subir parte de esos kilos extraídos? El paciente ¿logró sustraerse de su sobrepeso? ¿De qué sobrepeso estamos hablando? ¿Por qué creer que en pocos meses va a resolver el sobrepeso de años?
Freud, Padre del Psicoanálisis, nos enseñó algo que para mí es una regla: “lo que se logra rápido se pierde rápido”.
Lo lleno y lo vacío mantiene al consultante en una lógica de repetición sin salida.
El psicoanálisis plantea que no se trata de cambiar la conducta, el camino no es igual para todos, se trata de ir por otro camino, crear un espacio, un lugar para que el sujeto pueda decir su palabra. Se trata de Cambiar esa posición que le hace sufrir.
La problemática del sobrepeso, habla de un Síntoma, de un malestar que manifiesta nuestro cuerpo por no haber encontrado la manera de decirlo en palabras.
El sobrepeso habla de un peso simbólico que llevamos a cuestas; si estamos dispuestos, podremos animarnos a preguntarnos de que se trata. Es allí donde junto a quien consulta, mi lugar como terapeuta, será, un lugar de escucha, un espacio donde pueda alojarse el dolor y la diferencia. Para enlazar nuevos sentidos desconocidos por el paciente.
Los consultantes saben mucho de cuantas calorías tienen los productos, lo que no saben es, ¿Qué los motiva a comer de esa manera? ¿Por qué a veces comen vorazmente? ¿Por qué se relacionan con la comida de una manera poco saludable?
En mi lectura, propongo pensar al sobrepeso como un síntoma de malestar psíquico, como un esfuerzo adaptativo, proponiendo reflexionar, a través de dispositivos individuales y grupales, la necesidad de comprender el desarrollo de este problema dentro de una historia particular de vida.
Invito al consultante a analizar la representación simbólica que tiene la comida dentro de su historia.
Los significados simbólicos profundos de la comida, podrían ubicar a ésta, como una forma de dar amor, de completar una falta, de estar en comunión con quien cumple esa función de dar amor, asimismo como una forma de afirmación de uno mismo, como una cuestión de poder, una vía para manifestar una oposición, una forma de interacción social o de un mundo de creencias que dan una identidad.
Ante lo dicho, ¿De Qué Peso estamos hablando cuando tenemos Sobrepeso?
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Lic. Irene Brass
M.N.27725 M.P.85090
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